sábado, 4 de febrero de 2012

Un final más acogedor...

Es que cada día experimento finales, de todo tipo de ellos, es más, hasta algunas veces de mis propias decisiones, y siempre, siempre me parece amargo, es duro. Proponerse no volver a hacerlo es, creo, el más duro, y todas la veces fallo, mi vida está llena de fallas de fábrica, maltrato en el camino y falta del manual. Soy un artefacto mal hecho, un triste y doloso objeto, que trata, en lo posible, de hacer lo correcto y sobrevivir, pero hasta para eso a veces se me acaban las fuerzas.

Ultimamente mi crisis existencial se multiplico por cien, el hecho de no poder conseguir trabajo me ha debastado, 'y tan facil que se veía', pero nada, no hay trabajo, es decir, creo que no estoy listo para ello, repartí mi Ridiculum Vitae como si fuera volante, pero nada de nada, todas las esperanzas se me acabaron. Fue una situación muy dura, y mezclada con lo que día a día vivo en casa, pues el trajín es mucho más duro, el camino más largo y el desenlace muchísimo más ansiado.

Intentando escapar de mi realidad, buscando formas de hacerlo...

Lo único que me mantiene en pie es tu compañía, que, incluso a ello, muchas veces infecto con mis tropezones.
Foto de Cajamarca, la ciudad que me vió crecer...