domingo, 17 de marzo de 2013

La minera y yo.


Hola canalla, otra vez por acá.

Como bien sabes, pertenezco a una cuidad convulsionada con todo este asunto de la minería y la contaminación. Viví toda mi universidad rodeado de un aire ofensivo en contra de todo este asunto mediático, las posiciones opuestas bien definidas y un recelo eterno con este tipo de acciones. Recuerdo que fui antiminero desde que tengo uso de razón, las convicciones fueron serias, aunque mi información era precaria, mi desinformación grosera, pero aun así mi posición estaba decidida.

Recuerdo muchas veces a amigos cercanos, mucho mayores que yo que trabajaban en la mina, me contaban sus experiencias de trabajo y hacían un sano alarde del sueldazo, animándome a terminar mi carrera y a trabajar para alguna de esas empresas, prometiéndome buen trato, buen ambiente de trabajo y claro, lo más importante, un jugoso sueldo con el que saldría de misio inmediatamente. Yo enojado les recriminaba ofuscadamente ese hecho, los desaprobaba con solvencia, con soberbia, hasta con una mínima de conchudez –porque en realidad era sueldazo y definitivamente me llamaba mucho la atención-, incluso me creía superior por no trabajar para ese tipo de empresas, mi arrogancia me sobrepasaba, y tal cual antiminero, juraba -supuestamente muy en serio-, nunca trabajar en una de ellas.

Hace poco terminé la universidad y salí con un trabajo fijo en donde me pagaban un monto pequeño por trabajar los fines de semana, el trabajo era espectacular, gozaba de internet todo el día, cable con deporte y ciencia todo el día, con un sillón muy cómodo en donde podía reposar sin ningún problema y un ambiente de trabajo muy bueno -ahí recién vi que la vida familiar de mi hermana es más que agradable, son tremendamente bendecidos- en donde estaba tranquilo y confiado. De un momento a otro se comunicaron conmigo y me invitaron a trabajar en un incidente ambiental sucedido a 60 Km de la ciudad aproximadamente, muy animado me contacté con los ingenieros responsables y conseguí el trabajo. La mayor sorpresa es que en realidad los servicios de remediación fueron contratados por una conocida minera de la ciudad, y aunque mi empresa es limeña, el contrato viene directo de la minera. De un momento a otro resulté haciendo lo que tantas veces juré no hacer.


El trabajo es interesante y sencillo, la paga es buena y definitivamente mi autonomía se desarrolló sobremanera al gozar de ese privilegio. Pero mis supuestos principios antimineros se pusieron de pie a reclamar mi nueva posición, pero fue en ese momento en realidad que me di cuenta de que mi ideología en realidad nunca fue tan concisa, que mis principios trastabillaban, que la idea que manejé ni yo mismo me la creía en realidad.

Por ello en realidad nunca mi posición fue tan clara en torno a todo lo que se hace en contra de la mina, las marchas, reclamos, tomas de local, mítines, y demás eventualidades en donde todos a viva voz, y convencidos de la consigna gritaban un CONGA NO VA con garra, con fuerza, con ánimo y más aún, con credibilidad; en cambio yo no gritaba, o bueno, al menos no con tanta firmeza y convicción, y si lo hacía era por seguir la corriente a los demás o por evitar que me tachen de minero infiltrado y me saquen la chochoca los ronderos más avezados que por ahí estaban.

No voy a negar que sé todas las consecuencias, mi carrera tiene una buena cantidad de información aplicada a este tipo de tema, y con humildad, pues manejo casi todos los puntos técnicos y científicos de lo que tanto se habla, las principal función del ichu en altura, de la dinámica del ciclo de agua en partes altas, del riesgo que conlleva hacer minería a tajo abierto, por la tesis que estoy haciendo también revisé todos los antecedentes un poco accidentados que tuvieron otras mineras, también sé las posiciones de renombrados profesionales inmersos en el tema, asistí a las infinitas charlas tanto en la universidad y fuera de ella y me colé en cada conversación sobre el tema. Ahí pude también ver que todos son como ovejitas que siguen los pasos de algún tipo improvisado que con dos o tres palabras técnicas convence. Y con ello pude comprobar que hay gente que habla sin conocer, habla sin informarse, opina tan solo con tomar de única e inapelable fuente de datos a algún diario de la ciudad, en donde la seriedad brilla por su ausencia, las posiciones técnicas faltan y la palabrería y palomillada son la base de la noticia, confundiendo al pueblo. Hay gente que aún se refiere a ‘Cabecera de cuenca’ sin nosotros tener esa clasificación y siendo lo correcto ‘Cuenca alta’, hay gente que opina sin saber qué es minería a tajo abierto, sin conocer al menos la planta de ichu, sin saber qué y qué metales se utilizan en la refinería, sin conocer la labor social que todas las mineras realizan y que gran parte de gente que baja a las protestas y manifestaciones son personas que han recibido pero que no están contentas y quieren más.

Canalla no me mal entiendas, no quiero defender a nadie ni estoy en posición de nadie. Si no que opino que uno para que hable tiene que gozar de conocimiento de causa, tiene que hablar con motivos y razones bien sustentadas, tiene que ser canchero en el tema o, en todo caso, pues tiene que informarse bien, de fuentes correctas, de información confiable y que el informante tenga una posición neutra, que no jale ni para acá ni para allá.

Canalla ya se acaba el proyecto, pronto estaré nuevamente fuera de todo esto que estoy viviendo aceleradamente, tal vez lo extrañaré, pero creo que debo buscar otros caminos, mi total independencia está en tela de juicio y eso haré, dejaré todo y me iré en busca de estabilidad, no económica mi estimado perro canalla, lo económico es relativo, y como en este trabajo en el que me fui a trabajar sin saber a ciencia cierta cuánto es que me iban a pagar, estaría muy dispuesto a hacer lo mismo, tengo la idea de que lo económico no debe mover a las personas; cuando te hablo de estabilidad me refiero a mí, a mis sentimientos, a mis emociones y a todo lo que ahora estoy pasando, creo que alejarme de esta ciudad es lo mejor, creo que la estaría librando de alguien dañino, de alguien que con su estado hace daño, incluso, estoy seguro que si yo me voy de la ciudad dejaría de llover como ahora, la ciudad dejaría de estar triste, todos sin mí dejarían de estar tristes.

sábado, 2 de marzo de 2013

Adiós medidor de miseria.

Canalla buen día.

Te abandoné mucho, y aunque la excusa es recontra barata, pasé por momentos muy duros en mi vida, la universidad acabó y es tan difícil adecuarse a esa realidad, abandoné la universidad con ganas de no volver a regresar nunca más, hay pasado casi tres meses, y créeme que la extraño, diablos canalla, nunca pensé decir esto, nunca, pero es la realidad.

Otra novedad es el trabajo, otro mundo nuevo y extraño, hoy se cumple un mes de haber iniciado, y ya viví muchas cosas dentro, cosas que jamás pensé. Este tema aún me tiene consternado canalla, y aunque es un trabajo temporal, trato de hacerlo lo mejor posible, como si de ello dependiera mi futuro, mis otros trabajos, mi realización como profesional. Es raro, me siento raro.

La relación en casa dio un vuelco vertiginoso, pero este tema necesita de otra conversación, queda pendiente, me haces acordar canalla.

Te cuento mi último suceso. Hoy tomé una decisión dura, importante sí, pero dura. Cerré mi cuenta de Facebook, y aunque ahora eso es como perder tu identidad, no tener DNI o renunciar a tu vida (por más monse que suena esta afirmación); pues lo hice, y ahora, pasadas casi cuatro horas aún no me arrepiento. Creo que ya me acostumbré a aceptar las pérdidas y limitaciones con más huevos. Por más huachafas que éstas sean. Sorprendido ¿verdad?. ¿La razón? Simple. Decidí alejarme de todo lo que me hace daño, de la gente que está cerca y que quiero que se aleje, de la gente que esta lejos y quiero que esté cerca, de la gente insistente y también de la insistonta, de la gente dueña de la verdad, de la gente de los mil consejos, de la gente que jamás se equivoca, de la gente que jamás sufre, de la gente que jamás haría lo que yo hice, de la gente que me cataloga sin ni siquiera escuchar toda la historia, de la gente que se cree indispensable, de la gente que me hace daño con sus decisiones, de la gente que ya no me ama, de la gente que esta feliz mientras yo me estoy muriendo, de la gente que me halaga (creyendo que con ello me suben el ánimo y me hacen sentir mejor), de la gente que me dice que merezco lo mejor, de la gente que me dice que soy especial y único, de la gente que no me conoce, de la gente que me conoce demasiado, de la gente que está siempre pendiente, de la gente que no sabe que existo, de la gente que amo y no me ama, de la gente en la que pienso, de la gente que no siente ni un mínimo de mi dolor, de la gente que no sabe nada, de la gente a la que no quiero contar nada, de la gente que me invita a salir, de la gente con la que yo quiero salir, de la gente que por equivocación llegó a mi vida, de la gente que ya no quiero que regrese.

¿Escape cobarde? Sí, lo es. Pero es mi manera de superarlo, espero dé resultado.

Por fin se acabó mi medidor de miseria, sí volveré, pero cuando deje de escupir miserias, cuando haya olvidado, o al menos superado todo, cuando ver estados no me destruyan, cuando esté tranquilo conmigo mismo y con mi vida.

Trataré de mantenerte informado canalla. No con mucha regularidad porque este medio tampoco es tan seguro, pero tengo otro en donde puedo expulsar mis demonios y sin tanto seguidor que moleste.

Cuídate canalla, no hagas travesuras, no destruyas nada que no es tuyo, menos corazones, no sabes el dolor que se siente.