viernes, 27 de febrero de 2015

8 cualidades de las personas verdaderamente cultas (según Antón Chéjov)

Hay un concepto de cultura que nos remite de inmediato al humanismo del Renacimiento y probablemente al progreso de la Ilustración, esa idea que probablemente tenga raíces un tanto más remotas (pero no tanto) y la cual entiende la cultura como el conocimiento que cultiva y engrandece, que nos da más recursos para entender nuestro mundo pero también ―en un sentido moral, que lejos de ser censurable, merece, por el contrario, alentarse― nos vuelve ipso facto más compasivos, más humanos.

Por desgracia, sabemos bien que el mundo está más o menos poblado de personas que fundamentan cierta ilusoria superioridad en la cultura que poseen. “Listillos”, los llama Irvine Welsh en varias de sus novelas, ironizando en torno a ese tipo de comportamiento en que, según sea la ocasión y el entorno, toma la forma de la arrogancia, el desdén y en general el desprecio por todos aquellos que no se encuentren a la par de las lecturas hechas, las películas vistas, la música escuchada, los países visitados y un amplio aunque paradójicamente limitado etcétera.

¿Qué significa ser culto? Quizá, en última instancia, nada de eso, al menos no si nos inclinamos por esa tradición del pensamiento que no teme combinar conocimiento y moral para que ambos formen mejores personas. En algún punto de nuestra cartografía personal, leer una o diez novelas está o debería estar conectado con nuestra capacidad para prestar algún tipo de ayuda a un desconocido en la calle. ¿Podemos escuchar una pieza de Bach, quedar arrobados por su belleza, sentir que gracias a Bach la vida vale la pena ser vivida y, aun así, no actuar en consecuencia y, digamos, ser capaces de cuidar de una planta y regarla todas las mañanas? Hasta cierto punto, algo tiene de condenable e hipócrita el sibarita estéril que dice amar la belleza y sin embargo no hace nada para asegurar su presencia y persistencia en este mundo. “Belleza más piedad: eso es lo más cerca que podemos llegar a una definición de arte. Donde hay belleza hay piedad, por la simple razón de que la belleza debe morir”, dijo alguna vez Vladimir Nabokov.

La lista que presentamos a continuación enumera las 8 cualidades que, según el gran escritor ruso Antón Chéjov, distinguen a una persona verdadera, auténticamente culta, alguien que de algún modo ha comprendido que la sapiencia es tal cuando enaltece pero no ensoberbece, cuando nos distingue de los demás pero no nos pone, en modo alguno, por encima de nadie.

Los puntos provienen de una carta que un joven Antón de 26 años escribió a su hermano Nikolai cuando éste tenía 28 y comenzaba a ganar fama como pintor en la capital rusa. Fechada en Moscú en 1886, la misiva pretende ser una serie de consejos para un artista incipiente que, según el modelo romántico, se quejaba de que nadie lo entendía. “La gente te entiende perfectamente bien. Si tú no te entiendes a ti mismo, no es culpa de ellos”, le escribió entonces Chéjov, en un tono recriminatorio, pero también totalmente lúcido y, lo más importante, coherente.

Se trata, en suma, de un documento que vale la pena conocer y reflexionar, confrontar con nuestras propias actitudes y preguntarnos en qué medida convertimos lo que sabemos en acciones que hacen bien a nuestro mundo, nuestro pequeño, íntimo mundo.


1. Respetan la personalidad humana y, por lo mismo, son siempre amables, gentiles, educados y dispuestos a ceder ante los otros. No hacen fila por un martillo o una pieza perdida de caucho indio. Si viven con alguien a quien no consideran favorable y lo dejan, no dicen “nadie podría vivir contigo”. Perdonan el ruido y la carne seca y fría y las ocurrencias y la presencia de extraños en sus hogares.

2. Tienen simpatía no sólo por los mendigos y los gatos. Les duele el corazón por aquello que sus ojos no ven. Se levantan en la noche para ayudar a P. […], para pagar la universidad de los hermanos y comprar ropa a su madre.

3. Respetan la propiedad de otros y, en consecuencia, pagan sus deudas.

4. Son sinceros y temen a la mentira como al fuego. No mienten incluso en pequeñas cosas. Una mentira significa insultar a quien escucha y ponerlo en una posición más baja a ojos de quien habla. No aparentan: se comportan en la calle como en su casa y no presumen ante sus camaradas más humildes. No son proclives a balbucear ni obligan la confidencia impertinente de los otros. Por respeto a los oídos de otros, callan más frecuentemente de lo que hablan.

5. No se menosprecian por despertar compasión. No tensan las cuerdas de los corazones de los demás para que los otros giman y hagan algo (o mucho) por ellos. No dicen “Soy un incomprendido” o “Me he vuelto de segunda mano” porque todo eso es perseguir un efecto simplón, es vulgar, rancio, falso…

6. No tiene vanidad superflua. No se preocupan por esos falsos diamantes conocidos como celebridades, por estrechar la mano del ebrio P., por escuchar los arrebatos de un espectador extraviado en un espectáculo de imágenes, o ser reconocido en las tabernas. […] Si ganan unos centavos, no se pavonean como si estos valieran cientos de rublos, y no alardean de poder entrar donde otros no son admitidos. […] Los verdaderamente talentosos siempre se mantienen en las sombras entre la muchedumbre, tan lejos como sea posible del reconocimiento. Incluso Krylov dijo que el barril vacío da un eco más sonoro que el lleno.

7. Si tienen un talento, lo respetan. Le sacrifican el descanso, las mujeres, el vino, la vanidad […]. Se sienten orgullosos de su talento […]. Además, son fastidiosos.

8. Desarrollan para sí la intuición estética. No pueden ir a dormir con la misma ropa, ven las grietas de las paredes llenas de insectos, respiran un mal aire, caminan en el piso recién escupido, cocinan sus alimentos sobre una estufa de aceite. Pretenden tanto como sea posible contener y ennoblecer el instinto sexual. […] Lo que quieren en una mujer no es una compañera de cama. […] No piden inteligencia ahí donde se manifiesta la mentira constante. Quieren, especialmente si son artistas, frescura, elegancia, humanidad, la capacidad de la maternidad. […]. No tragan vodka a todas horas, día y noche, no huelen los armarios porque no son cerdos y saben que no lo son. Beben sólo estando libres y en ocasión […]. Porque ellos quieren mens sana in corpore sano [“mente sana en cuerpo sano”].

Y así sucesivamente. Así es como son las personas cultas. Para ser culto y no quedar atrás, no es suficiente con haber leído Los papeles del club Pickwick o haber memorizado el monólogo de Fausto […]. Lo que necesitas es trabajar constantemente, día y noche, leer constantemente, estudiar, voluntad […]. Cada hora es preciosa para ti […]. Ven con nosotros, tira la botella de vodka, descansa y lee… Turgenev, si quieres, a quien además no has leído.

Tienes que deshacerte de tu vanidad, ya no eres un niño… pronto tendrás treinta.

¡Es tiempo!

Te espero… Todos nosotros te esperamos.

[Rúbrica]


8 cualidades de las personas verdaderamente cultas (según Antón Chéjov).
www.pijamasurf.com


PD1.: No me atrevería a llamar error a alguien que en su momento me hizo feliz.
PD2.: Cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada.
PD3.: A veces simplemente te cansas.
PD4.: Las cosas más bellas suceden después de las cosas más desastrosas.
PD5.: Te quiero como si nunca me hubieran hecho daño.
PD6.: Los besos suaves y la respiración fuerte, las caricias lentas y los latidos rápidos.
PD7.: Las oportunidades marcan nuestras vidas, incluso las que dejamos pasar.
PD8.: Y he dicho que me voy pero aquí sigo.
PD9.: Cuántos besos me perdí por no saber decir: Te necesito!
PD10.: Contigo dan ganas de vivirlo todo.
PD11.: Tantas razones para irte y nunca te fuiste.
PD12.: Me sentí enfermo, inútil, triste. Yo estaba enamorado de ella.


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Toquen el violín.
Bailen la danza del vientre delante de velas rosas.
Maten a su perro.
Preséntense a alcalde.
Vivan en un barril.
Pártanse la cabeza con un hacha.
Planten tulipanes bajo la lluvia.
Pero no escriban poesía.
Bukowski

miércoles, 25 de febrero de 2015

Nunca confíes V

- Nunca confíes en tu memoria, ni en tu buena voluntad, ni en tu capacidad de perdonar.

- Nunca confíes en patas que tienen Ask, menos en los que se excusan diciendo que sus respuestas serán las más sarcásticas e iluminadas en toda la realidad triunfantemente digitalizada que es Facebook.

- Nunca confíes en alguien que aprendió a fumar con un tutorial de YouTube! Aunque debo admitir que citar a Freud me sorprendió: 'Fumar es indispensable si no se tiene a nadie a quien besar'.

- Nunca confíes en alguien que se informa sobre el fallo de La Haya en la fanpage de Macho Peruano que se Respeta!

- Miko Miko! Nunca confíes en nadie! Respeta tu más jodidamente comprobada premisa! Nunca confiar!

- Nunca confíes en los mongolitos que le toman foto a sus sagrados alimentos y los publican en Facebook! Qué carajos! ¿Traumas alimenticios? ¿Comen una vez al día? ¿En su niñez no comían? Triste bordeando lo patético!

- Nunca confíes en tu pata que ve a un brother bailando como vedette un tema de Vilma Palma e Vampiros y diga: Ay! Cómo será en la intimidad!

- Nunca confíes en el brother que tiene como timbre de cel "Soy soltera y hago lo que quiero..." y le entra una llamada en pleno comedor de campamento.

- Nunca confíes en el payaso de tu jefe que te llama al final del día para preguntarte si has hecho algún plan para el día del trabajo! La hora que ya no hay ni la mínima oportunidad de avisar a nadie. Y para colmo te dice: lo hacía de buena voluntad... Pero qué carajos! ¿Buena voluntad?

- Nunca confíes en los payasos que presentan su CV con un millón de faltas ortográficas, serios errores gramaticales y muchos desvaríos en redacción. Si en un documento tan importante son así, no quiero ni imaginarme cómo serán en otras cosas. Una persona con buena ortografía demuestra que su educación ha sido bien asimilada, que se preocupa por lo que comunica a los demás, que se preocupa por la imagen que refleja.

- Nunca confíes en los payasos de DirecTV y peor en los encargados de mantenimiento de tu trabajo. Me pierdo los partidos del mundial por el cableado nefasto que han hecho en campamento.

- Nunca confíes en las personas que no ven varias/muchas veces las películas que les gustan. No los entiendo. Entonces ¿Cómo van a saber cual es su película favorita? ¿Quién es su actriz favorita? ¿Cuál es su diálogo favorito? Gente para más rara.


PD1.: El chantaje y el soborno son el pegamento que ha unido a padres y adolescentes por generaciones.
PD2.: Hoy te vi y nada, no parecías de verdad.
PD3.: A esto de seguir en pijama a las 5 de la tarde no le llamo flojera, le llamo estilo.
PD4.: Tengo ganas.
PD5.: Nadie alcanza la meta con un solo intento.
PD6.: De grande seré vampiro.
PD7.: Así tal como eres... Me encantas.
PD8.: Te estuve esperando desde siempre y no me di cuenta.
PD9.: Esto podría haber sido una canción.
PD10.: De pensar en algo, pensaría en nuestra primera luna.
PD11.: Estoy sobre el cielo.
PD12.: Eran tal para cual. Solo necesitaban tiempo para darse cuenta.


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Éramos muy jóvenes y bastante vehementes, y también
demasiado distintos, y chocábamos muchísimo, acaso
porque estábamos en esa etapa de la vida en que sentimos
que las decisiones de los otros interpelan y cuestionan las
nuestras desde la raíz.

lunes, 23 de febrero de 2015

¿Vos nunca hiciste nada por amor?

Invierno - París 2014

Ayer estaba ojeando “Antes del Fin” de Ernesto Sábato, libro que me conmovió y me conmueve hasta ahora, y caí sobre este relato en el cual no he podido dejar de pensar, porque yo sí creo en el amor loco, obstinado, terco. Lo comparto con ustedes.

Me estremeció una noticia que leí esta mañana en el diario; la recorté y la guardé en uno de los cajones de mi archivo, entre esos tantos retazos que en estos años me han ayudado a vivir.

Una mujer, en un crudo invierno, apenas con una remera y un pantalón, se escapó del Hospital Psiquiátrico con el deseo de ir a buscar a su compañero. Aprovechando la distracción del maquinista, robó una locomotora y, haciéndola funcionar sin dificultad, comenzó su odisea. Él había trabajado en el ferrocarril y le había enseñado a conducir trenes y “muchas cosas más”.

“Si ustedes supieran lo que es el amor, me dejarían seguir”, le decía al oficial que la detuvo y, mientras la llevaba a la comisaría, con llantos desesperados, gritaba: “¿Vos nunca hiciste nada por amor?”.

¡Cuánto más humanos son estos gestos que los de tantos individuos que corren por la ciudad enceguecidos con sus proyectos!

He querido rescatar esta historia de entre mis papeles, ya que de alguna manera, cuando el razonamiento nos conduce al borde de la psicosis colectiva, estos actos son lo más parecido a una salvación.

¿Vos nunca hiciste nada por amor?
Carmen Natalia Zárate.
www.spleendelosandes.wordpress.com


PD1.: En tus ojos durmió la neblina.
PD2.: Pero es que hay gente que no consigues olvidar jamás, no importa el tiempo que eso dure.
PD3.: La vida y la muerte me parecen límites ideales.
PD4.: No le pongas el freno a un te quiero.
PD5.: Eres tan especial, podría sumergirme en tu mirada.
PD6.: Yo quiero para mí tus besos.
PD7.: Mirarte al espero y decirte: Qué estás haciendo! Qué estás haciendo! Qué estás haciendo! Qué estás haciendo!
PD8.: Y en ese momento, te juro que fuimos infinitos.
PD9.: Prohibido sentarse.
PD10.: Como cuando repites tu nombre una y otra vez en el espejo hasta que te parece raro.
PD11.: Escribe sobre nosotros.
PD12.: Vamos a ser locos juntos.


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Recuerdo que lo que veía eran como las imágenes
en polaroid de una ciudad de fantasía y de miedo, o
la proyección de una ciudad así sobre el ecran de un
cine abandonado.

sábado, 21 de febrero de 2015

Solo

El olvido tiene buena memoria cuando quiere.
Imagen: Y viste como es.
(Con ese nombre se lo encuentra en Facebook).



PD1.:Un hombre solo es capaz de entender torpemente su pasado.
PD2.: Espero donde estés exista paz.
PD3.: Las cosas de alguna forma tienden a ordenarse.
PD4.: Tú eres el dilema de la inmortalidad.
PD5.: Recordar no solo abre nuestro pasado, determina nuestro futuro.
PD6.: Mirando de rato en rato, en perfecto silencio, hacia las estrellas.
PD7.: Soy Lennon y tú Yoko Ono, estamos perdidos.
PD8.: Me acerco y mi memoria relacional se activa, me pones los pelos de punta.
PD9.: Frente al destino tengo tu voz.
PD10.: Me agrada pensar que veo cosas en la gente.
PD11.: Yo soy frágil por ti...
PD12.: Una canción, otro respiro.


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Ni bien la vio volvió a sentir que había algo en los rasgos de
ella, en su ropa, en su olor y su sonrisa que lo desarmaban y
lo hacían sentirse disminuido, incapaz por completo de
advertir que los arreglos de la chica, estaban ahí por él.