sábado, 31 de octubre de 2015

Nacer


Bueno, tenía un reto, más de 100 palabras, (Eh! pan comido) – Pensé. A medida que se acercaba la hora de entrega, ya tenía planteados muchísimos escenarios, de esos en los que siempre acostumbro soltar un poco de verdad y sumarle “fantasía” para hacer más entretenida la lectura claro; en todos y cada uno de estos escenarios no faltaba muerte, dolor, dejadez, olvido, castigo y todos los sustantivos tristes y dolorosos que pueden existir; entonces me dispuse a escribir, pero afortunadamente esta mañana que anuncia el final de mes, trajo consigo algo tan hermoso, que no me puse resistir a describirlo como yo sé hacerlo...

Pasaba constantemente por una esquina desde mi oficina hasta el centro de copias de la empresa para la que trabajo; es un camino habitual de todos los días, todo el día, uno de esos habituales días, no me explico el motivo, algo jalo mi mirada hacia la parte inferior de la pared de esa esquina, había un pequeño bultito color marrón, mi conveniente ceguera no me dejo visualizarla claramente y mi conveniente “vergüenza” no me dejo arrodillarme a ver de cerca qué era ese llamativo bultito, con los días continuaba viéndolo al pasar y mi eterna psicosis me susurraba atrás de la oreja – Es un nido de avispa!, tienes que aplastarlo con la punta de tu zapato-. Pensaba (OMG! Una avispa, las avispas pican y ¿si soy alérgica?, y ¿si me enroncho? Y ¿si me da un shock de esos que les da a los alérgicos?; NO!, tengo que evitar eso y aplastar ese bulto).

Los días siguientes pasaba por la misma esquina mirando el bultito, caminando un poco más lejos de la esquina por si salía la avispa y se disponía a acabar con mi vida; pero me costaba evitar ese deseo primitivo que tenemos los humanos de ver algo desconocido y destruirlo antes de que nos lastime. Así pasaron varios días entre mi curiosidad por saber que era y mis ganas de aplastar aquel pequeño bultito en la pared.

Hace tres días si mal no recuerdo, vencí mi mezcla de temor y vergüenza por agacharme a ver que rayos era ese intrigante bultito, fue tan grande mi sorpresa cuando confirme lo que era; un capullo de mariposa, dude, claro que dude, porque de dudas estoy hecha, busque en internet información, fotos, videos y todo concordaba; un capullo de mariposa que iba a ser aplastado por la punta de mi zapato, ¡Que terrible!, como me alegra no haberlo hecho.

Hoy ocurrió por fin, ella nació (y digo ella porque hoy ella, soy yo) nacimos juntas hoy, y al nacer me dio una gran lección, ella no escogió un lugar más cálido para nacer, ni uno más “Bonito” ni uno más alto, a pesar de que hay árboles y rosales por todo el jardín, ella escogió venir aquí a tres pasos de mí, yo tenía que verla nacer y entender lo que hoy entendí.

Es amarilla como solo el sol lo es, tiene rayas negras en sus hermosas alas, y no cualquier raya, no, son rayas ondeantes como las rayas de un tigre, y por supuesto que posee esa majestuosidad y fuerza que solo los tigres poseen; es tan perfecta y delicadamente poderosa que me causa admiración, ternura y respeto, yo elegí ser ella hoy y nacer de mi capullo, pasé mucho tiempo a oscuras y con frio, fue necesario, lo sé, pero hoy he decidido que el mundo debe conocer mis hermosos colores y mi fuerza tan majestuosa como la de un tigre, volaré como ella lo hace, dándole besos al viento y sonriéndole al sol porque hoy he vuelto a nacer.

PDT: Gracias fuerza de mi vientre que domaste mis impulsos humanos de destruir en esa mariposa naciente mi oportunidad de entender que el cambio es bueno y que todo estará bien si me quito la coraza.

Ina María.

miércoles, 28 de octubre de 2015

domingo, 25 de octubre de 2015

Diálogos sobre dos seres apunto de hacer el amor

-¿Entonces qué haremos?
-El amor.
-¿Seguro?
-Sí.
-Bien, me voy desnudando.
-¿Y para qué te quitas la ropa?
-Pues para hacerlo.
-¿Quién te dijo que tienes que hacer eso para hacer el amor?
-Pues que yo sepa así se hace.
-No, eso no es amor. Es posesión.
-¿Y cómo se hace?
-Sólo déjate puesta la ropa y hablemos hasta cansarnos, hasta intentar descifrarnos, hasta saber todas tus memorias, hasta saber nuestros hondos secretos, hasta deleitarme con verte, hasta que estos ojos se cansen y me obliguen a dormir.
-¿Y vas a forzarlos a estar abiertos?
-Sí, para mirarte sólo a ti.

viernes, 9 de octubre de 2015

Riesgos

Salta!
Imagen: Ricardo Siri Liniers.