sábado, 26 de abril de 2008

Ataque de melancolía

O de algún sentimiento olvidado. Sábado, generalmente me despierto bien tarde, entorpeciendo mi desayuno, y directo a la computadora; aunque ahora no fue asi. Me levanté temprano con el fin de completar una tarea inconclusa, y relativamente larga, por ello el sacrificio de sueño. Y en estos momentos, en los que estoy más ocupado, presuroso a terminar en el menor tiempo posible vienen a mi cabeza momentos pasados, recuerdos encendidos con luz roja parpadeante, esos que tienen su cartel enorme que dice: "RECUERDO CENSURADO". Dopado por la cadena de cuadros, inconsientemente busco agendas pasadas, cuadernos que fueron participes de conversaciones casi olvidadas, hojas que incrédulamente aún viven y en las que posiblemente se escribieron teléfonos de "entes" relacionados con ese tema. Esta vez tuve éxito, encontré uno, data del año 2004, una chica especial, difícil de olvidar, mucho menos después de esa última cita que fue antes de empezar mi actual relación, y con la que tuvimos la intención regresar y dejar de lado el daño que nos hicimos -o que le hise-, después de aquella recopilación de información se presenta el dilema, ese que hace que tus ánimos desaparezcan como sucedió en mi caso: ¿Y ahora, qué chucha le digo?, ¿Cómo empiezo la conversación?, ¿Se acordará de mi?, preguntas que nunca me atreví a averiguar. Mi cobardía pudo más, aunque buscando una excusa más sugerente, TENGO ENAMORADA, una razón suficiente como para controlarme y dejar de lado mis intenciones maquiavélicas y libidinosas. Aunque me arrepiento de no haberlo hecho, las cosas ya están, y me consuelo pensando en que si lo hubiera hecho que habría pensado ella de mi, sabe que tengo enamorada, consuelo un tanto absurdo, pero tranquiliza mis remordimientos.

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