miércoles, 2 de septiembre de 2009

Y ya...

El rocío acompaña mi rostro
y es la sensibilidad de hombro
y es que no se esconde...
tan simple se manifiesta.

Es el sabor a agua mi voz
y es un desierto mis sentimientos
y es un castigo ser cierto...
que te quiero y no te quiero.

que te escucho estando sordo
y es que te hablo y soy mudo
y es que te toco cuando no existo,
pero te amo y no te amo.

y es tu odio,
y es mi orgullo,
y es tan débil mi voz,
y es tan débil tu delirio.

y es que te extraño
y es que no me amas,
y es que ya no te quiero...
y te alejas.

ya no sentido,
ya no hay mi rostro,
ya no te tengo,
ya no te quiero.

Carlos Calderón Bardales. -Kalo-
El codo del paradero

Gracias Kalo, por ser el excelente amigo que eres, y aunque la distancia está presente, la amistad perdura, pese a todo, perdura y perdurará. Y disculparás que cuelgue tus post sin permiso, son tan buenos que al leerlos me convenzo más de lo buen escritor que eres. Gracias por todo hermano.

1 comentario:

Carlos calderón -kalo- dijo...

Por favor, no agradezcas la amistad, somos hermanos ya sea por el destino o porque llegamos a entendernos... y gracias, tu tambien eres buen escritor, lo sabes, y gracias a ti he vuelto a escribir, en serio, había dejado de escribir a los correos. Y despues de ver tu blog me dije: "empezaré a escribir otra vez", así lo hice -asi que hay que agradecerte. Cuidate hermano...