lunes, 5 de enero de 2015

975 razones para rechazar un romance.

De acuerdo con las estadísticas, el amor es un recurso escaso y la mayoría de las personas tenemos que enfrentar la vida desde la soledad o acompañados por una mala relación de pareja. Mucho del sufrimiento que causa esta segunda opción podría evitarse si, en vez de aferrarnos a quien no podrá amarnos, hiciéramos un examen justo y oportuno de esa relación que nos causa dudas. A continuación señalo nueve señales, empezando por las más importantes, que nos advierten para no iniciar con un mal romance:

1.- La persona que pretendemos padece de baja autoestima. Si tu prospecto amoroso es incapaz de amarse a sí mismo es un hecho que será incapaz de amarte. Afróntalo, "nadie puede dar lo que no tiene". Si tú crees que se van a quedar contigo porque le amas a pesar de ser poca cosa, lo único que estás haciendo es atarte al sufrimiento.

2.- Tu prospecto amoroso muestra dificultad para expresarse contigo. Hay que tener bien claro una cosa, el "pegamento" de las relaciones es la comunicación y cuando ésta desaparece o se entorpece la relación enferma. Ya sea que tu pareja sea de muy pocas palabras o que guarde muchos secretos, te recomiendo alejarte; más vale evitar la frustración de encontrarte frente a una persona de la que conoces muy poco, e incluso, eso poco que conoces podría resultarte perturbador.

3.- La persona que te pretende es incapaz de mostrar empatía y, por el contrario, mantiene una actitud de egoísmo. Las relaciones son una entrega generosa de nosotros mismos. Si existiera una definición para el sentimiento del amor, ésta sería: "La genuina preocupación por el bienestar del otro". Si tu pretendiente sólo puede mirarse a él a ella misma jamás podrá conectar contigo en tus momentos más vulnerables, aquellos en los que experimentas tu mayor necesidad de contacto.

4.- Está comprometido moralmente con otras personas. No estoy hablando de cuando ella o él estén casados o tienen pareja, eso es razón suficiente para salir corriendo; me refiero, por ejemplo, a que esa persona tenga el compromiso de cuidar a unos padres muy mayores o que dé prioridad a su trabajo. Una relación se construye de tiempo y convivencia, de historias que se comparten y entrelazan y, si tu prospecto está demasiado ocupada con otras prioridades, jamás podrá entregarse a ti por completo.

5.- No sabe construir en pareja. Existen personas demasiado individualistas a quienes les cuesta mucho trabajar en equipo, incluso son incapaces de asumir un interés en común con una pareja. Si este es el caso, tu pretendiente continuará con su proyecto personal y, tarde que temprano, sentirá que eres un lastre para cumplir con sus planes.

6.- No tiene autonomía de opinión. Estas son personas veleta que cambiarán de opinión tan pronto su grupo de amigos o familiares disientan de los que ustedes han pensado. Vincularse con una persona que carece de libertad de pensamiento es igual a vivir dependiente de las opiniones ajenas, del qué dirán, y sufrirás la frustración de complacer los intereses intrusos de quienes los rodean.

7.- No tiene un proyecto de vida. Las relaciones exitosas requieren de integrantes maduros; si tu pretendiente no tiene un proyecto de vida tampoco tendrá algo que compartir contigo. Son sujetos infantiles que esperan que otros resuelvan por ellos, viviendo al día, sin dirección ni objetivos.

8.- No tiene independencia económica. Este es un punto emparentado con el anterior. Para que el amor se mantenga es preciso admirar a nuestra pareja. Una persona sin autonomía económica se vuelve un hijo pequeño, alguien que depende y aporta poco; alguien a quien difícilmente admiraremos.

9.- Es fanático del control. Si tu pretendiente te tiene vigilada con el teléfono móvil y regula tu comportamiento a través de normas interminables y muy estrictas es porque padece de inseguridad. Eso hace que se relacione contigo como si fueras un objeto que le pertenece. ¡Recuerda! genuino respeta la individualidad del otro.

9 razones para rechazar un romance.
Raúl Aranda Ramos.
www.piensaesgratis.com

Son 975! Sí, así como está en el título. Yo me sé de memoria las 966 que faltan. Las expondré en otro post.


PD1.: Negación - Ira - Negociación - Depresión - Aceptación.
PD2.: Tomo más taxis que buenas decisiones.
PD3.: En este lugar es en donde reformulo los sueños que he olvidado.
(Sergio Ramírez).
PD4.: Mientras más se hablan, se miran, se comunican, nos acercamos más a su corazón violento y vulnerable.
PD5.: Es una época de excesos, affaires y raptos etílicos.
PD6.: La muerte no tendrá dominio.
PD7.: Pido mil perdones si hay alguien a quien no he insultado esta noche.
(Johannes Brahms).
PD8.: Recordar es un acto moral.
PD9.: Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
(Borges).
PD10.: Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie.
PD11.: Con qué ligereza y con qué defectuosos materiales edifica el hombre sus excusas!
PD12.: Es que confío más en el buen gusto de Tebi que en el mío, porque sé que
su buen gusto se basa en un interés mucho mayor que el mío.
PD13.: La locura, como sabrás, es igual a la gravedad, solo necesitas un empujón.
PD14.: Y es que su alma era terriblemente amorfa...
PD15.: "Estimados colegas, la mayor desgracia posible es un matrimonio feliz:
no le queda a uno ni la menor esperanza de divorciarse".
PD16.: La pareja que hemos logrado, la persona a la que le importamos y que nos ama,
es nuestro espejo, la medida de lo que somos y lo que significamos.
PD17.: Al final del verdadero amor está la muerte y solo un amor que termina en muerte es amor.
PD18.: Ella escapaba por completo a su capacidad imaginativa.
PD19.: Porque era precisamente ese terrible colorido lo que hacía tan tristemente descolorida su vida.
PD20.: ¿Acaso no sabes la riqueza que representa un día en esta vida tan breve?
PD21.: ¡Me horroriza pensar que puedo convertirme en uno de ellos!
¡Me horroriza pensar en llegar a ver el mundo con la misma miopía que ellos!


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Solo hay dos formas en que puedo enfrentar las cosas,
en una puedo tener control diciendo adiós.
Adiós.

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