Matando demonios...

Matando mis malditos demonios, desterrando recuerdos que alimentan a mi vida, y disfrutando, disfrutando como nunca de mi vida como la conozco ahora, disfrutando de tu compañía ideal, disfrutando de un amor incontenible y grande, enorme, gigante, y todos los sinónimos posibles. Dentro de toda mi burbuja estacional, trato de separar todo, de seccionar lo importante, de priorizar y, lo demás, arrojarlo a la basura; sin reclamo ni derecho a reciclaje. Es un dulce disernimiento de todo lo oscuro e incontable de mi vida, para que quede limpia, sin manchas negras, sin recuerdos absurdos, sin el hedor del pasado, sin la desazón inexplicable del día malo. Desde ahora, full días buenos, he dicho...

Por fin, pensando en reanudar mis PD., pensándolo seriamente...