miércoles, 22 de abril de 2015

Perdiendo amigos

Toma I

Siempre fuimos 3, hasta que llegó alguien a la vida de uno de nosotros y lo arruinó todo. Sigo enojado, pero al menos ya no despotrico contra él. Ha pasado ya mucho tiempo y sigo sin entender nada, su actitud es incomprensible, dijeron que entienda por su hijo, pero es inadmisible. Qué carajos pasó para que nos deje de hablar como lo hizo, para que deje de reunirse con nosotros. Y que todo quede en un saludo cojudo por Facebook, en el que ni siquiera da la cara, solo encarga a alguno y ese nos lo comparte. Además de eso no entiendo cómo una niña de 19 años puede separar una amistad de mucho tiempo, amistad desde niños, y forjada bajo sinceridad, alegría, llanto, desenfreno, música y pogo. Tengo una teoría muy válida (y súper comprobada) con respecto al grado de locura de las mujeres, y es que desde los 18 hasta los 23 son muy locas, su locura es increíblemente inmensa y cometen cada estupidez. Desde los 23 hacia adelante como que su locura se regula en muchos casos, ellas maduran y ponen los pies sobre la tierra, y ésta disminuye mucho y se convierte en un pequeño espasmo de excentricidad; pero también hay casos en los que su locura aumenta y se recontra joden la vida con sus inseguridades y celos; y lo peor de todo, arruinan la vida de las personas que están cerca. No quiero ser pesimista, pero hay mucha evidencia de que él se topó con una loca de esas locas, aunque queda una mínima de esperanza porque aún no llega a los 23, espero que ahí se arreglen algunas cosas a nuestro favor, y lo más importante, a su favor, porque sabemos bien que no es feliz. [Mayor referencia de mi teoría: escuchar "Polaroid de locura ordinaria" del gran Fito Paez]. Y volviendo, además de todo hay una premisa simple, amigos es más importante que chicas, y aunque se casen, aunque se tenga 14 hijos, aunque se vayan a vivir a otro lado; siempre los amigos perduran. Y no lo digo solo por mí, lo digo por Tebi y Huañi también, y aunque son más cautos y están menos enojados, sé que piensan exactamente lo mismo. Qué pena que se arruinó todo, y qué pena que no se tengan los pantalones para poner las cosas claras y decir: Lo siento, son mis amigos, o lo aceptas o te lo aguantas. Qué pena.


Toma II

Siempre fui molestoso por Facebook, es más, hasta ahora lo sigo siendo, pero con mucha más mesura y tacto que antes. Creo que mi juventud fue muy atrevida y violenta y, sumado a eso, mis aires de sabiondidad hacían que peque de imprudente y patinaba muy seguido. Eso cambió (gracias a Dios) conforme fui creciendo y conforme vivía todo lo que me tocaba vivir. Recuerdo que uno de los puntos álgidos de todas mis patéticas patinadas fue mi carrera, me molestaba mucho escuchar a gente opinar sobre mis futuras oportunidades laborales, sobre qué me enseñan y qué me debían enseñar, sobre el puntaje de ingreso en comparación a las demás carreras, sobre si era ingeniero o salía como técnico no más; y muchas huevadas más que ni sentido tienen. El hecho es que siempre me incomodaban las etiquetas que le ponían a mi carrera sin saben nada, sin saber ni una pisca de lo que se trata y de lo que pasamos todos para aprobar nuestros cursos. Ella (la amiga que perdí) cometió el error de tocar ese tema en el tiempo en donde yo carecía de tolerancia para aguantar, y fue ahí cuando empecé a perderla. Me jodió tanto el comentario que me propuse malograr todas sus publicaciones que suelte en Facebook, cada estado que publique, cada foto que comente, cada Like que haga; todo, absolutamente todo. Y lo logré, fui el ser más sarcástico y sanguinario (y patético además) que pude ser. Y así fue como la perdí, llegó un momento en que ella se enojó y me dijo que me podía morir, y que por favor no comente nada más, nunca más. Nos conocemos desde que tuve 19 años, fue la enamorada de un compañero de la universidad, y en su momento fue mi confidente con respecto a mis inseguridades amorosas, supo mucho de mí y eso hizo que nuestra amistad se fortaleciera. Pasó el tiempo, yo me alejé de ese compañero, al poco tiempo ella se alejó también de él, porque terminó su relación (al final los dos coincidimos que era un pobre huevón), y nosotros quedamos en solo amigos. Nos perdimos el rastro por un buen tiempo. Vez en vez nos veíamos en la calle y nos pasábamos la voz prometiendo pronto reencuentro para ponernos al día, pero al final nunca pasaba. Hasta que nos encontramos en Facebook y retomamos de cierta forma nuestra amistad. Grabamos un par de videos en su casa para mi proyecto de VideoBlog que estaba tratando de iniciar, y recuerdo que la pasamos muy paja, reímos mucho, malogré la cámara de mi padre y de pura cólera nos bebimos todos los tragos que encontramos en su casa, tan mal grababa su cámara que luego pactamos otro encuentro para regrabar los dos temas (ya había arreglado la cámara de papá), sin antes prometer que no volveríamos a beber nada, porque sufrimos una resaca terrible por la mezcla de tragos. No negaré que me divertí mucho con ella, es inteligente y perspicaz, y eso me llamaba a ella, pero bueno, al final las cosas se arruinaron. Hace poco quise ir a verla, en un intento, posiblemente infructuoso, de recuperar su amistad, incluso le comente a un par de amigos en común que haría eso, pero no encuentro el momento adecuado, o posiblemente soy muy cobarde para hacerlo, es jodido restaurar una amistad.


Toma III

Al formar mi segunda banda con temas propios me sentí muy paja porque lo hice con gente a la que conocía y consideraba bastante, y además, me habían demostrado que eran buenos amigos y eso me encantaba, siempre me gusto tener gente paja cerca, me hacía sentir cómodo. La banda siguió su curso, y probamos varios músicos (originalmente solo fuimos 3) hasta que nos estabilizamos, jalamos al último baterista con muchas influencias en común y empezamos a cuadrar los temas pajas y ver algunos covers. El hecho que con el tiempo como que se desvirtuó la idea de banda con temas propios y se empezaron a ensayar y tocar solo covers, se tenían 7 temas propios, de los cuales tocábamos máximo 3 en presentaciones o entrevistas. Hasta que llegó un punto en que sí me jodió mucho todo ese asunto y decidí no ensayar, mi último año en la universidad, mi crisis existencial y mi primer trabajo fueron las excusas perfectas. Luego de un tiempo, sin reunas ni ensayos, con algunos decidimos formar otra, pero en plan desestrés y para tocar los temas que siempre quisimos sacar, sin planes serios de componer o algo, solo para pasar el rato y divertirnos haciendo lo que nos gusta y bebiendo unas cervezas. Acá fue cuando empiezo a perder a una amiga de años, yo creo la FanPage de la nueva banda y empiezo a invitar a diferentes amigos a que Likeen y que puedan ver las publicaciones que hacíamos, que se trataban básicamente de música fusión que tocabamos y que nos vacila. El hecho es que le envío la invitación a ella (que era la vocalista de mi banda anterior) y ella me escribe aclarándome dos puntos, el primero es que jamás le dará Like a una banda en la que ella ha sido vilmente excluída, y segundo me agradece por ilusionarla con un acústico que traté de que viera la luz, pero por la falta de tiempo y principalmente de ganas jamás lo hizo. Me enojé, en esos tiempos estaba enojado con todo el mundo, decepcionado o no sé, pero cargaba una onda media rara y le dije que me jode su actitud y que por eso nada llegó a nada, refutó diciendo que todo se pudrió porque ya nadie tenía tiempo para ensayar (lo cual fue absolutamente culpa mía) y le dije que estoy quebrado y no tengo ganas de escribir y me despedí. Me envió un penúltimo mensaje diciéndome que he cambiado porque ya no acepto ninguna broma y me envió buenas vibras. Un mes después me preguntó si seguía enojado con ella, le dije que sí y le pedí que no me hable. Y se acabó una bonita amistad de más de 8 años y en la que compartimos de todo. La llamé este año, luego de verla en una misa en la que toqué con mi ministerio de música católica, pero siento que ya no somos los mismos, cambiamos y, además, se jodió la amistad. Si hubiera sido como soy ahora, y hubiera estado menos enojado con el mundo esto jamás hubiera sucedido.


PD1.: La gente del lugar no observa estos detalles, pero los viajeros, la gente que ha de irse, no los olvida.
PD2.: El amor es la respuesta. Pero mientras esperas, el sexo te genera algunas preguntas.
PD3.: No vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros.
PD4.: Todo en la vida es solo por un rato.
PD5.: Nos convertimos en lo que pretendemos ser, así que tenemos que tener cuidado de qué pretendemos ser.
PD6.: El gran arte de la vida es la sensación, sentir que existimos, incluso en el dolor.
PD7.: Sanamos del sufrimiento solo cuando lo experimentamos en su totalidad.
PD8.: Hasta que no obtiene lo que quiere, el alma te enferma
PD9.: Sé tú mismo, los demás puestos ya están ocupados.


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Sospecho que esa es una de las razones por las que me gustan
tanto determinados libros o películas o series o documentales o
músicos lugares: porque desencadenan en mí algo que no sabía
que llevaba dentro, o quizá sí lo sabía pero no me había dado el
trabajo de ubicarlo y darle nombre.

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