lunes, 22 de agosto de 2011

Todo mal...

Y es que definitivamente las cosas van mal, extremadamente mal, hoy sí se derrumbó mi mundo en millones de pedazos, y vi cómo todo lo que hemos formado juntos no sirve, no tiene sentido, lo decimos pero no lo cumplimos, lo repetimos tanto que tal vez el sentido de lo que decimos se pierde en algún momento, se descuadra, se vapora en el aire, y se va, sin regreso. Una de las cosas que más duelen es que las palabran fueron tantas, las cosas juntos fueron tantas, los abrazos fueron tantos, las caricias fueron tantas, el amor es tanto, que no encuentro explicación, realmente no puedo explicármelo, es inaudito, es incomprensible, y hasta posiblemente, es tonto; es contradictorio hasta tal punto que las mismas palabras no guardan ilación, y eso lastima porque la incertidumbre, fuera de todo lo demás, es lo que más hiere.

Herido de muerte, con tantas cosas en la cabeza, que el escribirlas me harían más daño, no soportaría.

Hay días malos en los que quiero desaparecer para no sufrir, olvidar para no sentir, y salir y perderme en mi... y en todo lo que hace que te alejes...

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