Uno de los grandes misterios que tiene la humanidad es el saber reconocer y diferenciar los diferentes estados anímicos en los que se encuentra el humano en diferentes momentos de su vida; esto se acentúa más cuando se habla de mujeres, no hay hombre que las entienda, hay quienes tratan y tratan hasta que, por lo menos, predicen lo que pueden hacer, pero 'predecir' es incierto, tal vez se puede resumir en una sutil adivinación, que algunas veces es atinada, pero muchas veces es errada.
Recuerdo mi niñez, tengo una época dorada, cuadros ornamentales exquisitos que me costó mucho recolectar y que nunca borraré respecto a mi pasado, y desde que tengo conciencia de lo que hago -y es literalmente hace muy poco- siempre traté de entender a las mujeres, primero trataba de entrenarme con mi hermana que es un año mayor que yo, yo tenía en realidad 11 años pero parecía de 8, y ella tenía 12 pero parecía de 15, era un pensamiento totalmente distinto, los dos vivimos diferentes cosas, los dos nos formamos una personalidad totalmente opuesta, yo me alegro de cosas a las que ella ve frívolas y huecas, y ella se alegra de cosas a las que yo veo ridículas y vanas; tal vez por ese motivo nunca pude entenderla, nunca!, a veces la miraba porque aunque tengamos pensamientos muy opuestos, al final la admiraba, al final quería tener al menos una pisca de madurez y pulcritud que sabiamente lograba administrar. Al darme cuenta que eso era mucho pedir desistí, y decidí formarme la mía, y soñar que alguien alguna vez se sienta como yo alguna vez me sentí, que quiera tener mi personalidad, que al final me admire, que me vea y diga: 'Así quiero ser yo...' Pensamientos ilusorios y egocéntricos, además imagínense que tipo de estropajo sería esa persona si fuera como yo, tanto en pensamiento como en el aspecto físico, nunca desearía tal mal para nadie. Al igual que mi hermana, mi mamá también pasaba por lo mismo, también de vez en cuando la estudiaba, tratando de entenderla, tratando de entender su comportamiento, tratando de entender su forma de tratarnos, ahí tuve un poco más de suerte, pero todo lo vinculaba con el amor que nos tenía, ese amor que siente y el que no es necesario decirlo, ese de que sabes que existe sin que fuese necesario que te lo diga.
Resignado por mi fallidos intentos de entender a las mujeres más cercanas que tenía en mi vida ese tiempo, decidí ya no tomarles importancia, era claro que no podía hacerlo, pero ¿si es alguien que no está tan cerca como ellas, se repetirá la historia?. Busqué hacerlo, es más logré iniciarlo, observaba a amigas, vecinas, primas, tías, y todo lo que a una mujer se pareciera, las estudiaba, las trataba de entender, rebatía sus opiniones, iba en contra de sus ideales, desbarataba sus acotaciones, me mofaba de sus imprudencias, solo para poder analizar el comportamiento que supuestamente optarían, y vi una infinidad de reacciones, algunas reían, algunas se fastidiaban, otras me miraban tiernamente, unas pocas me lo reclamaban, pero no me percataba de nada, solo hacían que vea lo complacientes, huecas y superficiales que eran; nadie me daba una verdadera pista como para entender a las mujeres, nadie olvidaba un rastro, nadie descuidaba un solo detalle, ninguna me hacía dilucidar el amplio panorama que es el pensamiento de una mujer, ninguna.
Hasta ahora tengo las mismas dudas, mi tonto complejo de no darme cuenta de las cosas dificulta sobremanera a mis intentos, mi 'lentitud' es una ficha en contra, es algo que juega contra mi y lo peor de todo es que salgo perdiendo. Ahora, y como todos saben ando enamorado, aunque si pongo esa palabra creo que encerraría todo lo que siento en algo tan simple, estoy muy enamorado, y como es lógico, pasamos algún tiempo juntos, buscamos vernos, disfrutamos cuando estamos juntos, nos divertimos, nos sentimos muy creo; pero -sí, aquí viene- hay muchas cosas que no entiendo, refiriéndome claro a cómo actúas, a lo que haces o dejas de hacer, a los gestos, miradas, palabras, y algunas otras; no tengo la suficiente capacidad como para descifrar las señales que mandas, no sé si a propósito o inconscientemente pero lo haces; en ese momento no sé cómo actuar, no se cómo reaccionar, no sé qué entender, es más, no sé si va para mi o para otra persona. Creo que nos conocemos algo, no tanto tanto, pero si algo, algunas cosas ya nos sabemos, algunas cosas ya no se nos escapan, pero el hecho de conocerte no va de la mano con el hecho de entenderte, con el hecho de descifrar tus pistas -o retazos de situaciones-, con el hecho de saber comprenderte cuando haces algo sin querer, ya que casi siempre -por no decir siempre- suelo malinterpretar todo, y me enfado como niño de 15 años resentido y con el globo reventado.
No entiendo algunas reacciones que tienes, no entiendo algunas palabras que dices, no entiendo algunas mirada que haces; es decir, no te entiendo nada. Y como alguna vez me dijiste: 'Pero nosotras tampoco nos entendemos'; tal vez por eso es confusión, ya que no hay nadie que pueda explicármelo.
robotve
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