
Al recordar todo lo que se pasa en el transcurso de tu pre-adolescencia a otro estado más confuso que es la adolescencia te ahogas en todas las situaciones que pasaste, son tantas que hasta olvidas algunas, una de las situaciones que marca de alguna manera todo lo que se viene es la música, me refiero al tipo de música que decides escuchar, sinceramente yo no me imagino saliendo a la calle con mis mp3 escuchando cumbia o chicha, no pues, no me lavo las manos tampoco diciendo que nunca los he escuchado, pero hay situaciones que ameritan contarse para no confundir las cosas, osea en un reunión de familia no vas a pedir que pongan Korn, o algo peruano como Huelga de Hambre, no pues, todo tiene su lugar. Y así empezó todo: desde que era todo un enano me llamaba la atención el tocar guitarra, veía a mi abuelo y algunos tíos bien allegados a mi familia que lo hacían, claro que no tocaban rock, pero algo tocaban y sonaba bien, por ello decidí aprender, me conseguí una guitarra y vergonzosamente compre mis revistitas de Guitarra Fácil, fue la peor elección que pude hacer, pero que se va a hacer, empecé a practicar, tal vez por la guitarra decidí por lo que decidí. Mi primer acercamiento que tuve con la música no convencional fue con el grupo peruano Leusemia, obtuve un cassette de un concierto de esa banda, si no mal recuerdo fue el Zona 103, el concierto recién había sido grabado, escuche y una canción de ese cassette fue la primera canción que aprendí a tocarla en guitarra, tal vez por eso recuerdo al grupo, ya que en este momento a mi parecer es el peor grupo de Perú. Desde ese momento la sed de aprender más fue aumentando, y gracias a eso fui escuchando variedad de bandas, tiempo después de escuchar algunas bandas de Perú, tal vez las más reconocidas, pase con lo internacional, para ser mas exactos con el metal, escuche las bandas mas representativas en ese estilo, tanto actuales como antiguas, sin jactarme fueron bastantes y a partir de eso obtuve más conocimiento, tanto en la materia como en guitarra, al final de aquella travesía me enrede un poco con el metal peruano, pocas opciones, pero debido a la calidad de la que se habla fue suficiente. Tuve un pequeño tropiezo al darme cuenta que me he había enfrascado en una sola cosa, costo darme cuenta de eso pero lo logre, desde ese momento hice tal vez una regla, que hasta hoy sigo, que es la que si no has escuchado de todo no puedes decir que una cosa es mejor que la otra, para hacer eso tienes que conocer aunque sea un poco de lo que hablas, es lo más lógico a mi parecer. Gracias a eso todo cambió, empecé a escuchar todo en forma generalizada, refiriéndome al rock claro, empecé a escuchar variadas bandas, de diferentes estilos, diferentes países, diferentes ideales; y como se daban las reuniones, también algunas canciones pachangueras como las que pasan en fiestas y reuniones, no puedes ser indiferente a ese tipo de cosas, claro que nunca voy a ponerme a escuchar mi disco de chicha o cumbia en mi cuarto a todo volumen no?, como dije hace un momento, todo tiene su lugar. Últimamente me he especializado, por llamarlo de alguna forma, en rock peruano, en los diferentes estilos que se crían actualmente en Perú, rock, metal, punk, grunge, hard rock, hard core, core, funk, ska y puuuuuuuuu muchos más, una gran cultura, no tenemos nada que envidiar a otros países hablando de música. Una pequeña idea de las bandas que actualmente me llaman la atención: Los norteamericanos Metallica o los Rage Against the Machine, bajando un poco están los Lucybell, también Cabezones o Candy 66 que también califica, acercándonos un poco más, bandas de Perú como Gaia, La Roja, Los Zopilotes o Cementerio; no terminaría realmente, son tantas propuestas diferentes que aun me sorprendo al pensarlo. Si alguien tal vez lee hasta acá, y alguna banda no has escuchado de las poquísimas que puse, dilo y te las juego a tu correo, compartamos sin poner peros.
Se bajó el telón, todo empezó otra vez, tercer comienzo si no cuento mal, la picardía y el humor áspero que caracteriza a mi grupo de patas se ha multiplicado sobremanera, bien por nosotros, mal por los que van a ser jodidos. Primer día tranquilo, cual águila psicótica por falta de placer sexual buscando "carne nueva", sin novedades resaltantes cabe decir. Estuvimos conversando con la gente de la promoción, y percibí la enorme diferencia de cultura que tiene cada uno, al referirme a cultura no estoy diciendo que yo soy mejor que ellos, mas bien hago énfasis a lo diferentes que somos; para colmo estaban sumergidos en la conversación los más chancones, por llamarlo de alguna manera, al comienzo estuvo interesante, contando experiencias y anécdotas, por mi parte atacando con mi sarcasmo inútil, inútil por que la mayoría no entendía, al pasar los minutos la conversación se torno algo anticuada y mermelera; en ese momento decidí desconectarme del presente y pensar un poco, debido a eso estas líneas. La cordura gana casi siempre por unanimidad, consiste en el adiestramiento correcto y perfecto del "olvido", palabra principal para lograr entender el contexto de todo esto, en ese momento pensé que debo olvidar mi cólera e integrarme, imponente misión, decidí por último que debo olvidar lo olvidado, misión inconclusa.
Si el genio de la lámpara existiera, además de la totalidad de los tópicos por típicos deseos, pediría para mí la posesión del don de la ubicuidad. Podría así estar en varios sitios a la vez, ser testigo y parte de situaciones distintas que ampliaran el ángulo de visión de mi particular realidad, esa que considero mi verdad. Circunstancia tal multiplicaría las posibilidades de equivocarme, es cierto. Sin embargo, en proporción directa también marcaría con aspas los aciertos. Y todo esto sucedería si de modo simultáneo fuera víctima y verdugo, juez e inculpado, candidato y elector, por ejemplo.
Debe haber un ángel que habita mis manos. Uno que al llegar la tarde busca entre las pocas sombras que se avecinan, el rastro de la estrella y se atreve a traer su destello iluso. Debe haber entre mis locos extravíos de verbos, añoranzas y adjetivos, una fuerza que me impele a volar al ritmo que me marca mi intuición. Allí tomando por su forma incomprendida cada sensación, cada grito, cada emoción, se da el milagro extenso o corto, feroz o dulce, de la puesta en escena de mi yo, en algún escrito que puede ser poema o no.
Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
Probablemente en su pueblo se les recordará
Es la frase que justo acabo de escuchar de mi madre... 
Estamos miércoles, la próxima semana empieza todo en la universidad, temeroso por volver a lo que trae eso, de alguna manera alegre por que la reunión con patas es lo mejor de todo esto, pero temeroso por lo que algún día sentí, y al parecer lo voy a volver a sentir, hablaré de esto al entrar a la u, ahí veremos si estaba o no en la razón.