miércoles, 6 de agosto de 2008

En pleno claustro

Que mañana, una sonrisa, una palabra, un reproche, un golpe contra el suelo; en eso se puede simplificar la excelente mañana que pasé hoy, todo se inició sin quererlo, sin planificarlo, sin ni siquiera pensar el turbio futuro que nos esperaba, pero se dió, '¿Pero qué paso? ¿porqué sucedió esto?' yo contesté: Solamente se dió, ¿te arrepientes? y ella finalmente dijo: Nunca...

No hay comentarios: