miércoles, 7 de mayo de 2025

6. La fiesta en la sociedad andina

Olivia hizo una hermosa tarjeta por el día de la madre para su mamá, utilizó temperas y dejó su "mancha de perrito" en la hoja, dejó su huella pero ella lo bautizó así y así se quedará. Reímos mucho, es una belleza.

59. Llama la atención, tanto como la actitud del Concejo Municipal de Huancayo, la de los mayordomos y danzantes de las fiestas tradicionales indígenas agredidos por estas medidas discriminatorias. Allí donde los mayordomos y bailarines no obtenían la licencia para celebrar sus festividades, transgredían abiertamente las prohibiciones, afrontando en muchos casos penas de multas y prisión, ante la perplejidad de los miembros del municipio huancaíno. Esto demuestra hasta qué punto la élite regional del centro desconocía la significación de las fiestas para el campesinado indígena.

60. Para un indígena comunero ser designado como mayordomo de una fiesta tradicional implica una grave responsabilidad. Pasar bien el cargo es un imperativo social muy importante, que pone en juego todo un sistema de valores que compromete profundamente su posición en la comunidad. En la comunidad campesina todo individuo realiza, a lo largo de su existencia, una carrera política de servicio a la comunidad, que se inicia con el cumplimiento de las tareas menores (por ejemplo, barrer el atrio de la iglesia, como alguacil) hasta llegar a las de mayor responsabilidad. En esta carrera es un componente funda mental el cumplimiento de ciertas obligaciones cívico-religiosas (como pasar el cargo). De la manera como el mayordomo cumpla estas obligaciones depende su prestigio social, en el plano profano. En el plano religioso la cuestión es similarmente imperativa, puesto que el cumplimiento a conciencia de la obligación es una segura garantía de que el oferente ganará el favor del santo homenajeado. En cambio, si la fiesta es celebrada de una manera deslucida debe esperarse la perdida del favor del santo patrono, con la secuela de desventuras que esto puede desencadenar.

61. Esta significación profunda, incomprensible desde la peculiar visión del progreso y la civilización de los que la élite huancaína se sentía portavoz, explica el porqué de la persistencia de las festividades campesinas tradicionales, y el desafío de que hacían gala los indígenas comuneros frente a las prohibiciones y la represión impuestas por la sociedad blanca.

No hay comentarios: