Reencuentro III
Por Kalo:
El segundo día en el lugar donde tengo mis mejores historias, mis mejores momentos. Fue una tarde, una noche y casi casi una madrugada completa; si hay algo que encontrar este día entre las cosas que perdí, es la verdadera amistad.
Señores, es muy importante escribir algo así, de verdad; los años que tengo separado de la segunda familia me dan la razón de que estos miembros no tienen copia, ni siquiera hay algo semejante a ellos, ni siquiera se consigue con fábricas mágicas de galletitas de animalitos, claro que estos no son animalitos, son algo...más especial, son mis amigos...mis camaradas. Quizá tenga algún problema de socialización, pero no he conseguido amigos así en ese otro lugar de locura estresada.
Esa parte de la tarde, esa noche y esa casi casi madrugada completa; fue un momento de reencuentros, de visas al pasado, de comentarios recientes, de escuchar, de contar para una ayuda y de juegos de niños. Tarde donde las partículas, escasas, que componen a esta "tribu" de camaradas se concentraron en la casa de "precipitados", casa del muy bien conocido Perry. La convocatoria se realizó con éxito, claro con sus demás para hacer entretenida la espera del cuarto caballero de la mesa cuadrada, y no es que se lleve ese órden, sino que el "señorito" llego último, joven con una autodenominación de Miki. La noche fue para los cuentos de anécdotas, que en mi caso vivencias no graciosas, pero que en su momento llevaron emociones de ira y pena.
Una llamada dio inicio al tan esperado reencuentro, pero fue después de un día cuando ocurrió el momento para no olvidar. Perry, como en algún momento lo dije "no recordamos para volver a vivir, simplemente vivimos lo que en su momento vivimos", y es este personaje que conjuntamente con los demás revive esa adolescencia pasada en la que nos conocimos y decidimos sumergirnos en las disparatadas aventuras adolescentes (pendejadas). No se cambia absolutamente nada, las ocurrencias siguen llevando ese mismo tono medio ácido y medio amargo, no hay nada de dulce, simplemente el mismo tono que siempre tuvo. Otro que "enchufa", en todo el sentido que se pueda llevar aquella palabra por lo aventajado y docto en la materia, es Vico. Este fue el primero en recibir la no tan anunciada llegada del camarada que vino de tan lejos, y si vamos a describirlo por su conducta que es una mezcla de chico culto, extravagante, modesto y letrado en la materia más antigua de la historia del hombre (que fue un tabú durante años); nada, no cambió... no cambió nada sigue en lo mismo, sumergido en lo que aún nos sumergimos, en la ocurrencia, en la falta de comprensión de los demás; solo, como a él, nos ven como niños ("¡inmaduros!"...¡ay!). Y viene el más afamado y dueño del blog, famoso por lo músico, habilidad que quiza hasta hoy lo explota para su distracción, y otras habilidades quiza perdidas o quiza ocultas, habilidad por mantener la estupidez viva entre el grupo, esa característica es compartida por los cuatro, un muchacho que le gusta levantar... sí levantar muchas responsabilidades, un amigo a quien admirar por el valor de cargar tanta responsabilidad...¡increible!. Finalmente, "el estúpido mayor", Kalo, el caballero que vino de la selva que viola, ironicamente, al puro aire serrano, que incluye al aire del lugar de los acontecimientos que estan siendo mencionados, Carlos o Kalo es uno más de ellos, a pesar de la distancia que aleja a este no tan noble caballero del resto del comité, y yo encontré lo bien que estaba con mis amigos, siempre lo supe y más bien los volví a encontrar... Gracias muchachos son lo máximo. Esta amistad todavía esta comenzando...
Por Kalo:
El segundo día en el lugar donde tengo mis mejores historias, mis mejores momentos. Fue una tarde, una noche y casi casi una madrugada completa; si hay algo que encontrar este día entre las cosas que perdí, es la verdadera amistad.
Señores, es muy importante escribir algo así, de verdad; los años que tengo separado de la segunda familia me dan la razón de que estos miembros no tienen copia, ni siquiera hay algo semejante a ellos, ni siquiera se consigue con fábricas mágicas de galletitas de animalitos, claro que estos no son animalitos, son algo...más especial, son mis amigos...mis camaradas. Quizá tenga algún problema de socialización, pero no he conseguido amigos así en ese otro lugar de locura estresada.
Esa parte de la tarde, esa noche y esa casi casi madrugada completa; fue un momento de reencuentros, de visas al pasado, de comentarios recientes, de escuchar, de contar para una ayuda y de juegos de niños. Tarde donde las partículas, escasas, que componen a esta "tribu" de camaradas se concentraron en la casa de "precipitados", casa del muy bien conocido Perry. La convocatoria se realizó con éxito, claro con sus demás para hacer entretenida la espera del cuarto caballero de la mesa cuadrada, y no es que se lleve ese órden, sino que el "señorito" llego último, joven con una autodenominación de Miki. La noche fue para los cuentos de anécdotas, que en mi caso vivencias no graciosas, pero que en su momento llevaron emociones de ira y pena.
Una llamada dio inicio al tan esperado reencuentro, pero fue después de un día cuando ocurrió el momento para no olvidar. Perry, como en algún momento lo dije "no recordamos para volver a vivir, simplemente vivimos lo que en su momento vivimos", y es este personaje que conjuntamente con los demás revive esa adolescencia pasada en la que nos conocimos y decidimos sumergirnos en las disparatadas aventuras adolescentes (pendejadas). No se cambia absolutamente nada, las ocurrencias siguen llevando ese mismo tono medio ácido y medio amargo, no hay nada de dulce, simplemente el mismo tono que siempre tuvo. Otro que "enchufa", en todo el sentido que se pueda llevar aquella palabra por lo aventajado y docto en la materia, es Vico. Este fue el primero en recibir la no tan anunciada llegada del camarada que vino de tan lejos, y si vamos a describirlo por su conducta que es una mezcla de chico culto, extravagante, modesto y letrado en la materia más antigua de la historia del hombre (que fue un tabú durante años); nada, no cambió... no cambió nada sigue en lo mismo, sumergido en lo que aún nos sumergimos, en la ocurrencia, en la falta de comprensión de los demás; solo, como a él, nos ven como niños ("¡inmaduros!"...¡ay!). Y viene el más afamado y dueño del blog, famoso por lo músico, habilidad que quiza hasta hoy lo explota para su distracción, y otras habilidades quiza perdidas o quiza ocultas, habilidad por mantener la estupidez viva entre el grupo, esa característica es compartida por los cuatro, un muchacho que le gusta levantar... sí levantar muchas responsabilidades, un amigo a quien admirar por el valor de cargar tanta responsabilidad...¡increible!. Finalmente, "el estúpido mayor", Kalo, el caballero que vino de la selva que viola, ironicamente, al puro aire serrano, que incluye al aire del lugar de los acontecimientos que estan siendo mencionados, Carlos o Kalo es uno más de ellos, a pesar de la distancia que aleja a este no tan noble caballero del resto del comité, y yo encontré lo bien que estaba con mis amigos, siempre lo supe y más bien los volví a encontrar... Gracias muchachos son lo máximo. Esta amistad todavía esta comenzando...
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