viernes, 6 de febrero de 2009

Perplejo...

Primero, gracias por la confianza, el contar cosas tan íntimas siempre es difícil, noté que estuviste a punto de desanimarte a decírmelo, pero al final lo hiciste, gracias!, realmente me consideras mucho. Segundo, que nadie, absolutamente nadie tiene la culpa, el hecho no es buscar culpables ni sentirse mal por no hablar a tiempo, el hecho concreto es remediar los daños, cuidarlos, tener paciencia, poco a poco curarlos, de eso se trata. Y tercero, esto te lo hablaré directamente, pensé hacerlo por acá, pero por esta vez olvidaré mi cobardía y lo haré como tiene que ser.

PD.: ¿Por quién me tomas?
¿En qué fallé?

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